Parte de una entrevista realizada al Lic. Waldo Ernesto Hoyos Rancaño, quien este curso se ha categorizado para emprender su viaje como profesor.
Aprender chino es una de las cosas más difíciles que he hecho en la vida, pero también una de las más apasionantes. Llevo más de tres años aprendiendo chino. Ese idioma es muy diferente al español que hablamos nosotros, como su pronunciación y su gramática. Para un estudiante cubano como yo lo más difícil es memorizar los caracteres. Me gusta escribir caracteres con pincel y tinta, es decir, aprender caligrafía. Esto requiere mucha lectura y práctica. Los chinos suelen decir que si practicas seriamente todos los días, puedes escribir caracteres chinos maravillosamente en menos de cien días. Por supuesto, si quieres escribir caracteres chinos como una obra de arte caligráfico, necesitas practicar más.
En el Instituto Confucio también conocí a mis mejores amigos y profesores. Aquí me enamoré del idioma y la cultura chinos. Ahora puedo decir que el idioma chino es mi amor y el Instituto Confucio es mi hogar.